Cuatro consejos para el cuidado del cesped


Todos en alguna ocacion de nuestras vidas hemos experimentado más de una vez esa increíble sensación de conexión con la naturaleza, de suavidad y frescor, que supone acostarse sobre un buen césped, bien cuido.

Y es que la gente reduce sus cuidados básicos del césped a abonar y regar, sin tener en cuenta otros cuidados importantes.

A continuación veremos cuatro trucos que te ayudaran a tener un césped en perfecto estado.



1. FERTILIZA MENOS
Es normal que te mueras de ganas de abonar el terreno en cuando aprieta un poco el calor, pero no te pases: una fuerte dosis reverdecerá tu césped rápidamente, pero también lo hará más vulnerable a las malas hierbas y las plagas.

Consejo: mejor abonar con mesura y regar después con generosidad que al revés.


2. HAZLO MÁS ESPESO
Las malas hierbas buscan y rellenan los huecos que el césped deja. Por eso es recomendable que siembres en las superficies menos pobladas para ponérselo más difícil.

Consejo: dale la bienvenida al nuevo césped haciendo previamente a la siembra una buena batida en busca de malezas).


3. CUÁNDO CORTARLO?
Depende de la variedad que tengas en casa, pero en epocas de vastante sol hazlo una vez cada dos semanas como mínimo. Lo ideal en epocas de lluvia es cortarlo cada semana o 10 días.
El secreto está en dejar el pasto lo suficientemente alto para evitar que las raíces pasen hambre, pero suficientemente corto para que luzca bien. Y sobre todo, hacerlo con regularidad, no variando mucho el tiempo entre corte y corte.

Consejo: Sobre todo, no lo cortes cuando caigan o vayan a caer heladas o corra viento frío, pues se quemarán esas puntas enternecidas por el paso de la cuchilla.


4. ¿CÓMO CORTARLO?
Limpia bien el césped antes de cortar con un rastrillo, eliminando hojas, ramas, piedras, alambres… ¿Por qué? Antes de nada, por seguridad. Si una piedra entra bajo el cortacésped, el proceso será el siguiente:

1. La cuchilla la golpea, mellándose y estropeándose. 2. El golpe puede ocacionarte una lesion. 

Consejo: nunca cortes el césped mojado: por tanto, nunca después de regar ni de llover, pues dañarías las puntas.